Tokenización e Innovación
Tokenizar presenta múltiples ventajas (generación de liquidez, eficiencias, reducción de costes, facilidad de acceso a la inversión, creación de nuevos mercados, programar derechos del tokenholder, generar atributos en el token, etc.).
Tokenizar nos permite invertir, gracias a este proceso de representación/incorporación de derechos o valores, en activos y derechos sobre activos respecto de los cuáles la gestión es compleja y costosa. Aumenta las posibilidades de rentabilizar y generar flujos con activos inicialmente poco líquidos.
Tokenizar activos tradicionales, como los valores, no es muy complejo y, por ello, resulta más fácil implementar una regulación, como hace el Reglamento UE 2022/858 de infraestructuras de mercado en DLT, para la tokenización de instrumentos financieros.
Por el contrario, para activos cuyos mercados no son tan ágiles, referidos a activos físicos, la tokenización añade algunos problemas, como la custodia, la vinculación entre el token y el derecho, la posesión o el control efectivo sobre el activo.
En ambos casos, aunque los mercados y los problemas para la tokenización sean diferentes, la innovación es la que nos va a permitir aprovechar todas las posibilidades que el uso de esta tecnología nos facilita y favorecerá el éxito o el fracaso.
Para los activos tradicionales, físicos o digitales, no incorporados mediante valores, negociados en mercados más locales, dotados de menor liquidez y operatividad, la innovación debe permitir generar nuevos mercados, con instrumentos que permitan garantizar la incorporación de los derechos sobre esos activos físicos en los tokens, vinculándolos, protegiendo los intereses de los inversores en relación a la realidad física del activo, respecto del que esté registrado en el token. Es necesaria una nueva definición de la operativa, de la cual dependerá el éxito de estas tokenizaciones.
Pero para los activos ya representados mediante instrumentos de negociación, el proceso de tokenización debe, también, aportar su dosis de innovación o su aplicación carecerá de sentido. Tokenizar instrumentos financieros tiene que ofrecer importantes eficiencias, mejoras en la negociación y en la liquidación, asegurar operativas, reducir costes, ampliar mercados, generar más eficientemente liquidez y, cómo no, aprovechar las ventajas de la tecnología blockchain (trazabilidad, inmutabilidad, auditabilidad y programación de los tokens).
La innovación debe permitir automatizar casi toda la operativa, dispensar protección a los inversores y emisores y reducir tiempos, riesgos y costes respecto de la negociación en mercados no tokenizados. Y, ¿por qué no?, debiera ofrecer la mayor descentralización que los mercados organizados nos permitan, por ejemplo, con innovaciones sobre determinados eventos que se generen al margen de la voluntad del tokenholder, como una transmisión mortis causa o la pérdida de las claves