📩 Los píxels de seguimiento en correos electrónicos vuelven al centro del debate sobre privacidad. La CNIL (autoridad francesa de protección de datos) ha lanzado nuevas recomendaciones —aún en consulta pública— que afectan directamente a quienes usan esta tecnología.
¿Qué son estos píxels?
Son imágenes invisibles, alojadas en servidores remotos, que se cargan al abrir un email. Esto permite al remitente saber si el mensaje fue abierto. Pero este simple acto tiene muchas implicaciones.
🧩 ¿Quién es responsable?
* El remitente: Define fines y medios → es el responsable del tratamiento.
* El proveedor del píxel: Normalmente es encargado, salvo que use los datos para sus propios fines.
* El proveedor del correo electrónico: En principio, ni responsable ni encargado → es un tercero.
⚖️ ¿Se necesita consentimiento?
✅ Sí, cuando el píxel se utiliza para:
* Medir tasas de apertura con fines analíticos o comerciales.
* Personalizar campañas.
* Elaborar perfiles.
* Detectar o analizar fraude.
🚫 Podrían estar exentos, siempre que sean anónimos y no individualizados, cuando:
* Se usan como medida de seguridad (ej. autenticación).
* Se miden tasas de apertura generales (no individuales).
📌 Recomendación clave de la CNIL:
Obtener el consentimiento en el momento de recoger el email del usuario, o en su defecto, con un primer envío libre de píxels.
💡 Esta propuesta normativa refuerza la importancia de diseñar estrategias de marketing alineadas con la privacidad desde el diseño.
¿Usas píxels en tus campañas? ¿Cómo gestionas el consentimiento?
