Esta semana, la CNMV ha autorizado a BBVA para prestar servicios de custodia de criptoactivos, uniéndose a otras entidades que han iniciado este proceso, como CECABANK, que ha solicitado la misma aprobación al supervisor europeo. A nivel europeo, diversas instituciones financieras están tramitando permisos similares, lo que demuestra el creciente interés de la banca tradicional por incursionar en este sector.
La regulación financiera ha permitido a los bancos integrarse en el ecosistema de criptoactivos, inicialmente mediante servicios esenciales como la custodia, un paso fundamental para abordar la tokenización de activos del mundo real (RWA). No obstante, surge la pregunta: ¿es realmente un desafío para el sistema financiero tradicional?
La respuesta es afirmativa. La tokenización de RWA supone una transformación sustancial en la gestión de activos, la inversión y el acceso a los mercados financieros. Representa una disrupción que obliga a las entidades tradicionales a interactuar con nuevos actores altamente adaptables y capaces de operar de manera global, eliminando intermediarios, reduciendo costos y optimizando tiempos de transacción. Muchas de estas innovaciones provienen de sectores menos regulados o incluso de estructuras descentralizadas, lo que incrementa el reto para la banca tradicional.
Sin embargo, lejos de ser una amenaza insalvable, la tokenización también constituye una oportunidad. Las entidades financieras que adopten estas tecnologías podrán mejorar la eficiencia operativa, personalizar sus servicios y beneficiarse de las ventajas que ofrece el DeFi en determinados segmentos. La automatización de procesos y la adaptabilidad son clave para mantener la competitividad en un entorno que evoluciona rápidamente.
El marco regulador europeo está avanzando para dar cabida a estas transformaciones. Normativas como el Reglamento MiCA y el marco de la EBA establecen directrices para la integración segura de estos activos en el sector financiero. Además, sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea han reconocido la necesidad de equilibrar la innovación con la protección del consumidor y la estabilidad del mercado, consolidando un entorno jurídico más claro para la adopción de estas tecnologías.
Las entidades financieras que decidan resistirse a esta evolución pueden verse relegadas, ya que la tecnología blockchain y la tokenización seguirán desarrollándose con o sin su participación. Como ya está ocurriendo, diversos bancos y prestadores de servicios financieros han optado por la adaptabilidad en lugar de la resistencia, integrando soluciones innovadoras que les permitan mantenerse competitivos en un mercado en constante evolución.
El cambio es inminente y quienes sepan aprovecharlo podrán posicionarse con ventaja en la nueva era de los mercados financieros digitalizados.
